Una consecuencia inesperada (y bastante feliz) del calentamiento global: ¡la iglesia de Quechula en México, sumergida durante 50 años, ha reaparecido a la superficie!
Quechula: una iglesia salvada de las aguas
Entre los escasos beneficios del calentamiento global y la sequía resultante, cabe destacar el espectacular surgimiento de la Iglesia de Quechula en México, emergiendo de las aguas del río Grijalva.
Un espectáculo majestuoso
El estado de Chiapas, ubicado al sur de México, ofrece paisajes naturales de montañas e impresionantes ríos. Desde 2002, severas sequías han afectado a la región provocando una caída generalizada de los niveles de agua.
El más reciente supuso un desnivel de 25 metros en el nivel del río Grijalva. A los majestuosos paisajes naturales se sumó entonces el agudo; asombroso espectáculo del resurgimiento del templo de Quechula, que data del siglo XVI, como salvado de las aguas.
A pesar del estado de ruina, la estructura permanece intacta, y permite apreciar e imaginar el pasado esplendor del templo. Además, este regreso a la superficie de un lugar sagrado ha impulsado literalmente el atractivo turístico del lugar, en los últimos meses. Los pescadores de la localidad homónima incluso organizan excursiones en barco por el edificio.
Un obstáculo contra el hogar de Cristo
La historia del Templo de Quechula, una vez llamado Templo de Santiago, se hace eco de la del Fénix que resurge de sus cenizas, pero en una versión más acuosa. Construida en 1564, la iglesia fue abandonada por primera vez en 1776 tras una devastadora epidemia de peste.
En nuestro tiempo, la construcción de la represa Nezahualcóyotl en la década de 1960 es la causa del ahogamiento del templo de Quechula. En 2002, la iglesia ya había reaparecido tímidamente, durante una primera gran sequía. Aquí está hoy totalmente emergido, atrayendo a otros pescadores, como después de un largo bautismo purificador.